viernes, 15 de junio de 2007

Con un poco de azúcar ...


Ultimamente padezco insomnio.

Ayer un amigo me dijo que podía deberse a tres causas:

- Que duermas mal desde siempre. Es decir, que hayas nacido con ese problema, entonces es algo médico que se tiene que tratar.
- Que tengas un guisante debajo de las mil capas de colchones que no te deje dormir.
- Que tengas algún problema, sufras de stress o tengas alguna preocupación importante.

Me quedo con la del guisante, prefiero pensar que soy una princesa a darme cuenta que estoy amargada por exámenes y rupturas.

Pero no es siempre. La melancolía me invade por las noches, que es cuando hecho de menos el abrazo, o mi piso nuevo, o mis notas aprobadas.

Después de intentar ver sin éxito, por turnos, el Ocho y medio de Fellini y El Último metro de François Trouffaut y darme cuenta que mi DVD no conseguía leerlas (¡Maldito!) decidí a eso de las 12:30 ponerme a pintar.

Me da pena no tener conectado el scanner y poner aqui lo que hice. (creo que no está nada mal)

Mis materiales fueron:

- Fotos varias impresas en blanco y negro en papel folio dina3.
- Cartulina de distintos colores.
- La cinta esta que se utiliza tanto en bellas artes.
- Acrílico en colores dorado, negro y amarillo sienna.
- Tijeras.
- Celo, a falta de pegamento.
- Pluma de color azul.

Hice primero un collage con la foto de Jeanne Hebuterne. Encuadrado por cinta pintada más tarde en dorados (que conseguía casi el efecto de piel), el fondo de la foto en granate y el resto de la hoja en amarillo sienna. Sólo la foto estaba totalmente cubierta por un texto que decía:

"Si, tú. Te hablo a ti. Eres una cínica. ¿Cómo no pudieste darte cuenta antes? Esa mirada no me dice nada, así que no lo intentes. Conmigo no. No funciona. Y tratarás de convencerme, no lo dudo. E intentarás quebrantar mi voluntad con tus tretas. ¡Ramera! Nada es lo que parece contigo. Tú sólo mientes y tus mentiras están putrefactas. Como tú y como tu cuerpo y como tu alma. Toda tú maldita. Maldita hasta el infierno."

(He de decir que las palabras "treta", "ramera", "putrefacción", "maldición" e "infierno" son palabras que realmente me emocionan.)

Más tarde, en una cartulina granate, pegué un retrato de familia de principios del siglo XX. Por encima puse tiras de la cinta adhesiva consiguiendo que la foto se viera a medias, de manera que transparentaba a través de la cinta. Bordeé con pluma a algunos de los personajes y ¡Voilà!

Después de cinco cartulinas convenientemente guarreadas, colgué mis obras en la pared horrible de mi casa, para ver el conjunto. Me pareció bastante grotesco e incluso desagradable. pero me dije, "está bien, es como me siento"

Así que decidí que el insomnio al fin y al cabo, no es tan malo. Por lo menos me hace producir, pintar, recortar y hasta coser. Imáginaos si no tuviese esto tener que tragarme hasta las cinco de la mañana toda esa telebasura horrible de la tele.

Entonces, si. tendría ganas de suicidarme.

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