martes, 22 de septiembre de 2009

3.14159265


*Nota (recomiendo leer este post escuchando esto)
http://www.youtube.com/watch?v=B5idbBXTBa4&feature=channel_page


Poseo una rutina.
Todos los días me cruzo con mis temporales compañeros de clase y universidad.
Sé que a muchos de ellos no los volveré a ver.
Y no me produce angustia ni alegria.

Estoy en el ecuador de mi ultimo semestre en Suiza.
a partir de las vacaciones de octubre, todo se precipitará en un remolino de tareas, exámenes y noches sin dormir.

El reloj nunca deja de hacer tic-tac y el tiempo corre a tanta velocidad que es imposible tocarlo.

Tengo miedo de convertirme en Nómada.
Los nómadas existen. Son aquellas personas sin patria, ciudadanos del mundo también se suelen denominar.
Personas como uno de mis profesores, Lewis.
Medio francés, medio americano, medio latino.

Nos contaba con media sonrisa, que una vez le arrestaron en Nueva York, le preguntaron de donde era y no fué capaz de contestar.
Cada tres, cuatro o cinco años emigra de un país a otro.

Se palpaba en su expresión la nostalgia que desprendía la falta de un hogar.
Se acostumbró a vivir con las maletas hechas.

Por eso a veces tengo miedo,
de volver a casa y sentir como algunos lugares se me presentan familiares, protagonistas de algunos capítulos de mi infancia y adolescencia, pero sin ninguna conexión conmigo más que en la memoria.
Es la misma sensación que encontrarse a un antiguo amante mucho tiempo despúes de haber vivido una relación intensa y en su momento verdadera. Cuando le miras a los ojos y tus ojos se humedecen, recordando lo felices que fuisteis y lo diferentes que sois ahora.

Ya lo decía Cesare Pavese. "En aquellos tiempos, siempre era fiesta"

La nostalgia del pasado que no volverá.





Los aeropuertos son lugares en los que cualquier cosa, ya sean milagros o dramas se suceden continuamente, aconteciendo simultaneamente o separados sólo por unas décimas de segundo.

Los cementerios y las iglesias, por el contrario, se me presentan como lugares eternos, que han visto nacer y morir generaciones enteras a lo largo de los años.

Nada importa me dijo una vez que el ritmo era esencial en la vida y que todo lo que existe tiene un ritmo natural.
La música es sólo una representación mejorada de ese ritmo.
Las matemáticas intentan explicar los distintos ritmos
como el Pi que está presente en cualquier creación de la naturaleza

TODO, está basado en el ritmo
TODO, por lo tanto, está basado en el tiempo y en como lo acompases.

TODO, queridos amigos. TODO.


Referencias

http://en.wikipedia.org/wiki/Pi
http://www.youtube.com/watch?v=bjNR_Sdt10E
http://www.youtube.com/watch?v=m2fwvLw_vwU

lunes, 14 de septiembre de 2009

Espacio para un sueño (Diego Jesús Jimenez 1942-2009)



Escondido repite,

por cipreses y yedras, un pájaro su canto.

Celebra la mirada

una batalla con el tiempo esta tarde de otoño

incendiada de nieblas. Y pensando en la Historia

-una nube de polvo en el paisaje,

las piedras estañadas por los tonos azules

que ha dejado la lluvia en las almenas- ves derramarse el tiempo.

En la antigua arquería, los fragmentos

de una inscripción indescifrable, poco a poco, se han ido convirtiendo

en pequeños reptiles disecados: belleza aniquilada

que aún deslumbra a tus ojos. Es el tiempo

que, como los ríos, huye

-rehén de sus espejos-, al obsesivo espacio de cuanto no ha vivido.

Si debemos morir, ¿por qué la vida,

sobre cualquier lugar de la memoria, continúa esperándonos?

Aletargados por el sol, decoran el silencio

cuantos signos contemplas.

Tan sólo purifica

la calma vegetal que respiras, el canto del jilguero

que la enramada oculta. Así habitas su edad

llena de sufrimiento; la geometría invisible de su música eterna.

Los malvarreales, centinelas de acequias

y de ruinas, la claridad de humo

de esta tarde de octubre, edifican el reino que contemplas.

No sabes ya si vives,

o si sueñas o has muerto y no te has dado cuenta. En sus altares

lo irremediable de la Historia es venerado. Nace de las orillas de un infinito océano

la luz cansada de cuanto te deslumbra. No otra cosa difunde

su corazón ahora, que no sea la muerte

que continúa latiendo.


sábado, 5 de septiembre de 2009

Know u got a roommate.


A veces siento que he perdido vuelos.
Vuelos que podrían haberme llevado a lugares distintos.
Que apunto a lugares erroneos
Y encuentro lo que no busco
Que la soledad me come
Y la multitud me agobia.

Sueño con arabescos y florituras musicales
que envuelven la noche mientras tiemblo de frío en la terraza.
chocolate en mano.
Soy la casa azul de Chagall
o la neblina de la torre del oro.

En este otoño que comienza (Un año más!)
Siento la necesidad de echarme a la calle a andar bajo la lluvia.
Como aquella tarde por el paseo de la Castellana.
No dejar que me reconozcan y esconderme entre el bulto de grises ejecutivos.
Que caminan hacia su cena precalentada, marca Maggi.



Y si escapo y huyo hacia lugares más cálidos?
Es imposible huir de la realidad a no ser que se esté, lo suficientemente loco o se tenga el suficiente dinero para derrochar.
Extravagancia es como me gustaría llamarme a veces
Otras veces, en cambio, siento que encajo más en sobriedad.

Me come la curiosidad de aqui a diez años.
Y es que, la paciencia nunca fué una de mis virtudes.
Tampoco sé comer despacio ni hacer ranas con piedras en los lagos.
Pero si sé decir te quiero con todo el sentido que envuelve a la expresión.
y sonreirme en qualquier momento o lugar sin razón concreta.


El ritmo lo marca el reloj