sábado, 5 de septiembre de 2009

Know u got a roommate.


A veces siento que he perdido vuelos.
Vuelos que podrían haberme llevado a lugares distintos.
Que apunto a lugares erroneos
Y encuentro lo que no busco
Que la soledad me come
Y la multitud me agobia.

Sueño con arabescos y florituras musicales
que envuelven la noche mientras tiemblo de frío en la terraza.
chocolate en mano.
Soy la casa azul de Chagall
o la neblina de la torre del oro.

En este otoño que comienza (Un año más!)
Siento la necesidad de echarme a la calle a andar bajo la lluvia.
Como aquella tarde por el paseo de la Castellana.
No dejar que me reconozcan y esconderme entre el bulto de grises ejecutivos.
Que caminan hacia su cena precalentada, marca Maggi.



Y si escapo y huyo hacia lugares más cálidos?
Es imposible huir de la realidad a no ser que se esté, lo suficientemente loco o se tenga el suficiente dinero para derrochar.
Extravagancia es como me gustaría llamarme a veces
Otras veces, en cambio, siento que encajo más en sobriedad.

Me come la curiosidad de aqui a diez años.
Y es que, la paciencia nunca fué una de mis virtudes.
Tampoco sé comer despacio ni hacer ranas con piedras en los lagos.
Pero si sé decir te quiero con todo el sentido que envuelve a la expresión.
y sonreirme en qualquier momento o lugar sin razón concreta.


El ritmo lo marca el reloj




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