viernes, 15 de enero de 2010

Vagabond for beauty.


Las praderas verdes del Serengeti consiguen despertar en mi el deseo de echarme a correr sin destino.
La hierba que crece salvaje alcanza alturas de hasta un metro de alto.
Los antílopes pastan sin leer las noticias de actualidad.
Los sucesos de su día se basan en almacenar la mayor cantidad de comida en el estómago sin que ningún león, chacal o ratel le quite la vida a mordiscos.

Los amaneceres son frescos y de un rojo degradado. Los atardeceres son cálidos y la noche va cayendo de manera paulatina sin que nos demos cuenta.

Los babuinos son hábiles ladrones y se ríen de mi y de mi estilo de vida.

Aqui reina el ritmo lento. Paso por paso. El stress es una palabra aún no inventada y todo el mundo se saluda con un Habari.

Los Massais aparecen al caer la noche y curiosos te preguntan con su reducido inglés, porque ellos sólo entienden de estrellas y de cauces de ríos.
Saitoti es la mayoría de las veces el primero en saludarme. Kalanga me tocó el pelo curioso al preguntarle yo por los grandes agujeros de sus orejas. Ya confía en mi y cada vez que me ve, sonríe.

Las noches se pasan con copas de vino blanco, orquesta en directo formada por grillos y demás insectos y algún rugido a lo lejos, El lobo estepario es mi libro de noche y en contadas ocasiones, fumo cigarrillos liados de Banji que crece salvaje en cualquier esquina.
Pasado un rato me meto bajo la mosquitera que corona mi cama y debajo de un edredón blanco sueño con mis próximos viajes.

Sobrevolar las verdes llanuras en globo
Unos días en las blancas playas de Zanzibar
o un par de horas recorriendo el crater del Ngorongoro.

Y la sonrisa dibujada, porque no hay mayor placer que sentirse libre.

lunes, 11 de enero de 2010

Un día más en la Sabana


Mi estancia en Madrid fue tan corta!

Tardes de Café con P y noches eternas.

Luego Londres.

Londres despierta en mi ,el odio al ser humano. Es una ciudad superpoblada, donde la publicidad es excesiva y todo parece parte de un decorado. La gente te empuja sin un ápice de culpa, porque, It’s London baby, La mega ciudad donde solo eres un punto gris más.

Y por fin, llego a Tanzania, Mi Nuevo hogar durante seis meses.

Mis primeros días en Africa.

Me despierto a las 5 de la mañana y hace frío.

Lo primero que hago es encender una vela para guiarme. No tenemos electricidad hasta las 6:30 de la mañana.

Y me ducho medio a oscuras.

Tengo varias picaduras de mosquitos que no me dejan de molestar durante la noche así que me pongo una loción de olor penetrante.

Me visto. Pantalon largo y jersey militar.

Y salgo a enfrentarme a un Nuevo día en la Sabana Africana

Es dificil ganarse el respeto de los locales que trabajan a mi cargo.

Primero porque soy mujer, Segundo porque soy nueva y me ven un tanto perdida. Poco a poco, Hakuna matata, me dicen aqui.

Al llegar a mi casa no tengo Música, internet, no tengo televisor. Asi que, leo, devoro libros mientras oigo a las bestias rugir a lo lejos.

Echo de menos mi España que aparece en mis sueños constantemente. Mis amigos, P, Mis hermanos.

Aqui es imposible hablar por telefono asi que me queda el ultimo recurso que es internet. Pero los mails son tan fríos que no me llega el calor del abrazo que me mandan.

Y la vida sigue su curso y no paro de aprender.