martes, 15 de abril de 2008

Filosofía de cuarto de baño.


Tengo una semana para acabar todos los trabajos que se me piden.

Así que iré rápido que el tiempo es oro.
(Es lo que tiene ser hija de tendero)

Creo que mi actitud últimamente tiende a ser menos cínica que de costumbre.

Y teniendo en cuenta que me considero una persona anacrónica, es obvia la contradicción, ¿No?


Ayer estuve en una conferencia que se dio en la Facultad de Filosofía de mi ex universidad. Hablaba Lopez Quintás, catedrático de Estética de la UCM y el título era “La conquista de la verdadera libertad

Resumiendo, diré que estableció tres niveles de libertad:

La Libertad de Maniobra
Que es aquella que da, la libertad de movimiento físico, la libertad social (mi amigo el preso carecería de ella) y la libertad de tener medios económicos como para poder llevarla a cabo.

La Libertad de Orientación Intelectual y espiritual.
Que sería la libertad conforme a los ideales y la Libertad conforme a nuestros propios criterios

La Libertad auténtica.
En la que se lucha contra las trabas internas. Y el individuo tiene que crecer comunitariamente al mismo tiempo que la persona tiene que crecer individualmente.

Al ser seres sociales tenemos que convertirnos en seres de encuentro. Encuentro con nuestra comunidad, con la espiritualidad y con el medio que nos rodea.

El señor Lopez Quintá, dejó ver de qué pie cojea al terminar la charla hablando de un cuarto nivel cristiano en el que están los Héroes (en cristiano, los santos). He de decir, que señalando también la existencia de héroes humanistas, aunque en su opinión, estos últimos escasos.

Esto me hizo pensar y llegue a varias conclusiones.

  1. Que soy humanista de pelotas.
  2. Que creo en los principios básicos de Honor, Valor, Justicia y Amor que para mi son una máxima.
  3. Que mi propósito en la vida es vivir y a veces, no pensar tanto.

Juro que esta etapa introspectiva no durará mucho tiempo.
(y me lo repito muchas veces por eso de la autosugestión.) De todas maneras, tengo un plan B. Si lo de la sugestión no funciona, siempre puedo emborracharme con una botella de vino.
Y mañana será otro día.
¡Jo, jo, jo!


Nunca ha habido más comienzo que el que hay ahora,
Ni más juventud ni vejez que la que hay ahora;
Y nunca habrá más perfección que la que hay ahora,
Ni más cielo ni infierno que el que hay ahora.

Hojas de Hierba. Walt Whitman

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