La tarde caía sobre el Palacio
Y reíamos despreocupados en una terraza
Y alzamos la vista y vimos
poemas volar
Y nos sentimos dichosos de estar ahí
Y de que esa fuese nuestra vida
Por fin el sol bañaba nuestra piel
Y los corazones se quitaban la ropa
La luz nos inundaba y transportaba
a los eternos veranos de la infancia
a los rincones más recónditos del alma
La nostalgia del que se sabe feliz
Y parecía que pudiésemos hacer cualquier cosa
¡Hasta permitirnos ser libres!
Y parecía que todo fuese a salir bien
Y que nos quedaríamos allí para siempre
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