viernes, 15 de agosto de 2008

Toro sentado


La tarde pintaba aburrida.
Me acababa de levantar de la siesta. (deporte nacional espanol) cuando oi gritos del japones que habita aqui en mi residencia.
Borracho como una cuba, intentaba explicarle a un arabe saudi las diferencias entre este pueblo de Suiza y el pueblo en el que estuvo viviendo todo el ano pasado.

El arabe me miro, sabiamente me dedico el gesto con dedo indice dando vueltas en su cabeza de: "Este hombre no sabe ni lo que me esta contando.."

Asi que viendo el panorama, que por lo que me contaron se trataba de una apuesta a hidalgos entre un ruso y el japones.

Pude observar y certificar quien era el que habia perdido. (No hay que meterse con los rusos en cuanto a cantidades exorbitadas de alcohol de refiere) Me fui al pueblo mas cercano a comprar elementos basicos de supervivencia: Un calentador de agua y un florero.

Escribi un mensaje a un limeno encantador, al que conoci tomando un cafe por Bluche. Y me prometio pasarse en un rato.

Llego mientras yo discutia con un camamrero frances, de las diferencias entre un especie de mejunge tipico de aqui que es un cruce de cerveza e Inca-cola de la que hay dos vertientes: La azul y la roja.

- Le bleu, c'est, very quiet ...you know?
- Le rouge c'est un BOOM!

(Asi, que la roja es clarita con limon y la azul colorante y gas, no?)

- Un bleu, I mean, the quiet one ... s'il vous plaît ...

Aparecio Alex, el peruano y tocayo mio, con otro amigo limeno. Y despues de unas cerves nos invito a casa de unos amigos suyos, Nos recibio el anfitrion ingles, con pinta de noble decadente y de movimientos exquisitos.

Sentados en la terraza, las vistas eran espectaculares y se respiraba tranquilidad. Gente con la que es divertido hablar. Andaban por alli un suizo con su novia brasilena. Companeros de piso del ingles.

El suizo habia vivido en la habitacion en la que yo estoy ubicada. Me pregunto si la puerta de acceso al pequeno salon seguia rota, le dije que si. Rio.

(Siento muchisimo el tema de los acentos, este texto es casi imposible de leer sin ellos. Pero creedme que me siento yo mas avergonzada que vosotros incomodos, amigos mios)



Al notar el ambiente caldeado. Los peruanos se escapaban a una orgia ecuatoriana de alcohol, el ingles comenzaba una conversacion profunda con el brasileno y la pareja nos miraba suplicando intimidad. Nos marchamos. Porque si algo he aprendido en estos anos salvajes de Madrid, ha sido a saber retirarme a tiempo.

Comparti un kebab picante con mi amigo espanol, y al llegar a casa antes de acostarme, me prepare una taza de te de Darjeeling con mi nuevo cacharro.

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