martes, 12 de abril de 2011

Life Sailors


Y desde las arenas polvorientas de los Emiratos Árabes llegué a un Madrid sumido en una explosión primaveral que hacía ya tiempo que no veía.

Hacía frío y yo llegaba a Barajas con unas sandalias azules trenzadas y dos cuchillos árabes en mi maleta facturada con destino a Madrid.

Dos meses de montaña rusa. De conectar puntos y sentir esa extraña sensación al estar en el momento correcto, con las personas correctas en el lugar adecuado. Saber que algo grande se avecina e incluso esperarlo con expectación.

Me gusta cuando la vida te deja del revés y te enseña que nada es como tú lo planeas, porque absolutamente todo depende de una conjunción de factores que siempre estarán marcados por la suerte. Yo lo llamo Karma, vosotros, queridos, llamadlo como queráis.




Así que olía a lluvia y el cielo gris encapotado parecía ya querer soltar la carga de agua que llevaba acumulando días.


Desde entonces, me he dado paseos con mi hermano por Pintor Rosales y he subido y bajado varias veces la Gran Vía. He pasado tiempo con los míos, dado muchos abrazos de esos verdaderos en los que ya tienes el hueco de tu cara hecho al cuerpo de la otra persona, porque ya son años de mirar a los ojos y saber que es lo que piensa el otro "Como si te hubiese parido" Nos decimos unos a otros. Y es que es impensable inventarse con alguien que te conoce tanto.


Y ahora hay nuevos retos y nuevas aventuras y nuevas encrucijadas de caminos en los que hay que elegir. Como siempre, todo depende de las elecciones que se toman y sobre todo las que no se toman, pero ya habrá tiempo para arrepentirse cuando nos cueste levantarnos de una silla y cuando por fin, tengamos la perspectiva de una vida entera al rebobinar los carretes de 35mm proyectados en las largas tardes de invierno rodeados de juventud.


Es el momento de atreverse, es el momento de apostar.







"They danced down the streets like dingledodies, and I shambled after as I've been doing all my life after people who interest me, because the only people for me are the mad ones, the ones who are mad to live, mad to talk, mad to be saved, desirous of everything at the same time, the ones who never yawn or say a commonplace thing, but burn, burn, burn like fabulous yellow roman candles exploding like spiders across the stars and in the middle you see the blue centerlight pop and everybody goes "Awww!""
ON THE ROAD
Jack Kerouac

1 comentario:

P dijo...

Me gusta. Te sigo.