jueves, 22 de mayo de 2008

Tinta roja.

Heme aquí.
A las 9:05 de la mañana.
Habiendo desayunado tostadas con aceite y sal y dos cafés bien cargados.
Y en unas horas examen.
Y más tarde, recados oficiales.
Y más tarde, horas de sueño recuperadas.
Y por último, visitas a cervecerías de barrio.

¡Ponme otra, que hoy me lo he ganado!



Y no paro de pensar absurdos..
Como cual es mi canción favorita del mundo, porque Crowded House me recuerda a Cementerio de animales de Stephen King. Como no me he leído todavía nada de Bukowski, el por qué, el como y el cuando.
La razón por la cual todavía no he escrito mi opera prima y el horrible cambio climático que hace que pase de un bombardeo de granizo a querer meterte en la bañera con bolsas de cubitos de hielo compradas en sucias gasolineras.

- Te gusto mucho, ¿verdad?
- ¿Por qué piensas eso?
- Porque me das besos en la frente.

- ( ... ) ¿Sólo por eso?
- ¿Sólo?

Ayer lagrimas recorrían mis mejillas. La primera vez fué por la película La vida de los Otros. La segunda vez al cortar cebolla para preparar salsa de tomate.

Ved el vídeo, tesoros, me lo agradecereis.





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