lunes, 12 de mayo de 2008

Estúpido destino.

C´est la vie.
Lunes y comienzo de exámenes en muy poco.
He perdido la libertad hasta primeros de julio.
Creo que sólo me permitiré asistir a la explanada de San Isidro con gorro chulapo, por esto de ser muy cañi.
Y es que me encanta ser madrileña. Chula y caótica.

Ahora ya es oficial.
Todo el mundo me pregunta cuando me voy y prometen visitas.
Yo sólo espero que algunas se cumplan y otras no.
Han sido días de actos oficiales familiares y bodas.
Me casaré en secreto o no me casaré.
Me niego a recorrer un camino interminable hasta el altar con semi conocidos mirando mi vestido y esperando a que rompa a llorar.
Me casaré de noche con farolillos chinos.

Mis preguntas sobre mi futuro incierto son;
¿Allí donde voy, será posible comprar algún vino decente?
¿Si llevo huevos a Santa Clara, me tocará una compañera de habitación normal?
¿Lograré subvencionarme un ipod nuevo antes de irme?
Y una vez allí ... ¿Podré resistir a las nevadas invernales?

Supongo que todo el mundo se plantea este tipo de cuestiones cuando se larga de su país.
Conversaciones políticamente incorrectas que me gustaría tener:

A ver, mi amor, mi vida y mi tesoro. No seas coñazo y deja de escarbar en mi entorno. Qué así no se consigue nada y menos lo que tanto buscas. Intenta conformarte con lo que tienes y si no te gusta, vete a buscar lo que deseas. Pero deja de marear la perdiz, ¡Por dios!. Qué el horno no está para bollos y ya es muy tarde.

No hay comentarios: