lunes, 16 de julio de 2007

Chimichurri y otros platos exóticos.

Debería estar en una academia horrible, de mi horrible barrio estudiando contabilidad.



Pero hoy no puedo. Simplemente me apetece hacerme una bola y bucear dentro de mi subconsciente a ver que encuentro en mi pequeña (y además de verdad) cabecita.



Ayer conocí al nieto de un Chamán.



Estabamos en un bar de mala muerte, rodeados de mujeres medio desnudas bailando merengue, carteles que anunciaban comidas caribeñas tipo Chimichurri todo ello regado de ron.



Y yo con una Heineken.



Al principio pensé que a mi acompañante (otro músico, aunque este por el momento más de espíritu que de profesión) y a mi, nos iban a echar del local con la excusa de "No aceptamos europeos" Pero yo, que tengo sangre peruana y algo heredé de mi fantástica madre empecé con el rollo de mis antepasados. La conversación fué la siguiente de forma más o menos literal:

Camarera ¿Así que eres de perú.?
Alex. No. De perú no, mi madre era peruana, de Lima. El barrio de Miraflores. ¿Tu no eres peruana, no?
Camarera No, de Santo Domingo, pero este es una bar de mezcla, aqui vienen ecuatorianos, peruanos, bolivianos, tú sabes. ( ahí no se porqué, hubo un guiño de complicidad.)
Hugo ¿Usted es de Perú.?
Alex No, le estaba diciendo a la camarera que mi madre es de Perú. De Lima.
Hugo Yo soy de Iquitos, de la selva.
Alex ¿En serio? Estuve estas navidades recorriendo Perú y me perdí la parte de la selva. Estuve en Lima, en Cuzco, en Aguas calientes y hasta en Azca. Pero me falto la selva. La selva y el lago Titicaca.
Hugo Pues no sabes, macho, la selva es increible.
Alex Si, me quedé con ganas de visitar a un chamán.
Hugo Yo soy nieto de uno de los mejores chamanes de la selva, aunque tengo el don, no lo utilizo.


A continuación nos contó que tenía un amigo que por un precio módico en Lavapies (¿Donde si no?) podría tirarnos los cocos y leernos el futuro.

Más tarde nos contó jurando por todo lo jurable, que un amigo suyo que estaba al otro lado de la barra, había acudido al chamán desesperado porque su negocio, una frutería, iba de mal en peor.

Y resultó que el problema era que tenía relaciones sexuales dentro del local.

¿Con su mujer? .Pregunté yo.

No, con su amante. Me contestó muy serio.



De repente cogió a mi amigo Felipe por banda y le dijo que había encontrado un torrente de energía que le llegaba y que no sabía como parar.



A continuación nos dijo cosas increibles. Cosas que no voy a contar por respeto. Tan sólo diré que ando como loca por llamar a su amigo el chamán de Lavapiés para que me tire los cocos. Porque lo que le dijo a Felipe fué tan claro y tan cierto, que yo sólo podía fijarme en la carne de gallina que aparecía en sus brazos a medida que transcurría la conversación.



Noches de domingo. ¿Eh?



Tú sales a la Terraza de Atenas a ver el atardecer y terminas conociendo tu futuro por gracia y obra de un chamán venido de la selva peruana.



Por otro lado, he de decir, que vengo recibiendo llamadas en el último fin de semana desde un número privado en el que me cuentan unas cosas rarísimas.
Un hombre o mujer, con voz de pito, me dice que se llama F9 y que viene de una nave espacial-industrial de Alcobendas. ¿?
Pero F9 es educado, porque por las noches llama hasta la una de la madrugada aproximádamente y por las mañanas a partir de las doce de la mañana.
Que sean locos, vale. Pero que sean los locos maleducados los que te llamen de forma anónima es lo peor que le puede pasar a una chica como yo.


Lo que no entiendo es ... ¿Porque me pasan a mi cosas tan surrealistas? ¿Es que tengo algún tipo de imán que me atrae hacia locos y psicópatas?

El próximo año me voy al Summer y me quito de tanta experiencia.

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