viernes, 2 de noviembre de 2012

6:33 AM

No puedo evitar pensar
En lo absolutamente aleatoria que es la vida.
Y en la etapa tan plena que estoy viviendo.

No puedo evitar, sentirme un poco culpable de esta alegría que me llena de luz.
Es la peor época de la historia de mi país en la que mis hermanos españoles agonizan.
España está triste y sus gentes hartas
Y la esperanza es esa pequeña luz a punto de apagarse con la última factura.

Amanece en Lima, y la neblina lo ocupa todo en la Londres sudamericana.
Lima es caótica y auténtica. 
De gente ecléctica, bonachona y feliz
En las calles se respira alegría.




Y es que este país me envuelve y me transporta a la juventud de mi madre.
Y todo son recuerdos felices rodeada de gente maravillosa.
De esas con las que te quieres quedar.
Aqui me planto. Aqui y ahora.

Las oportunidades son tan pocas y difíciles de ver,
Que estar en el momento y en el sitio adecuado es casi un milagro.
Y parece que el mío, en este mundo de velocidades ultrasónicas ha llegado, por fin.



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