lunes, 30 de diciembre de 2024

La mejor de las peores ofertas

"...Me he quedado solo en la casa de los muertos

que sólo yo recuerdo".

Salvador Espriu


Acabo de terminar Casa en llamas de Dani de la Orden y me quedo fascinada y horrorizada con esas llamas que se lo comen todo. 

Como esa familia disfuncional, que en esa casa que arde, habitó -¿No son todas las familias disfuncionales? - me pregunto. Como se fagocitan los unos a los otros, como no dejan nunca de mirarse a si mismos y son incapaces de ver al otro, como hundirían la cabeza del otro para salir a respirar desde el fondo del mar.

Y es que somos todos así, personas rotas, esclavos de nuestra infancia. Un amasijo de incertidumbre, inseguridad, traumas y expectativas no cumplidas. Me sigue fascinando la idea de que somos capaces de lo mejor y de lo peor.

De que esta naturaleza nuestra hace que creemos obras de una delicadeza asombrosa, como Anora, como esta misma Casa en llamas, como Perfect Days, que escribamos libros como La Península de las casas vacías, el cielo de la selva o Las horas. 

Y sin embargo, somos capaces de empezar guerras, de robar al prójimo, de dejar que la soledad mate a los nuestros. De matar para sobrevivir y a veces, ni siquiera eso.

Y sin embargo, yo soy la primera en hacerlo. En vivir en mí, en pensar en mí, en defenderme de los otros y al mismo tiempo, los necesito tanto..



Jamás podremos construir una utopía, porque estamos condenados al inevitable fracaso y corrupción, pero ¿Cómo no intentarlo? Lo contrario es la muerte. Es, por tanto, nuestro deber fracasar una y otra vez con la ilusión de que tal vez, lleguemos a conseguirlo. Quizás el arte, la creación, sea algo que aunque no construya la utopía anhelada, nos la esboza. La creación nos ofrece la posibilidad de entendernos, nos consuela, nos mece y nos arropa como a los niños rotos que somos. 


martes, 3 de diciembre de 2024

El universo es un uróboro

Esta lúgubre manía de vivir

esta recóndita humorada de vivir

te arrastra Alejandra no lo niegues.

Alejandra Pizarnik



El universo es un uróboro.

Los egipcios lo sabían.

Sísifo lo sabía.

El pueblo judío lo sabe.

Y sin embargo la palabra es de una sonoridad cómica que al decir ¡uróboro! en voz alta, suena a chiste; a palabra inventada, incluso a trabalenguas.

Ahora yo sé, que soy un uróboro. 

La broma cósmica que es vivir sin avanzar, quedarse siempre a punto de, la maldición con sorna que es llegar tarde a la fiesta. 

La manía de estancarse que tienen mis pensamientos. 

Pensamientos circulares

Que no dejan de repetirse, repetirse, repetirse,

hasta crear una cadencia de sinfonía atonal.




Escribo como pinto. coloco las palabras como en un collage, las desordeno, las cambio de sitio y las vuelvo a juntar hasta que suenan a música. 

Todas las referencias se mezclan, para crear una obra nueva. Como el resultado de mezclar todos los colores, crea uno nuevo. El negro. El infinito circular, el ciclo eterno, el esfuerzo eterno, la lucha eterna, el esfuerzo inútil y nosotros, todos, devorando.


domingo, 1 de diciembre de 2024

La melodía de las auroras boreales.

Resulta que uno de los pasatiempos preferidos de Buñuel, Dalí y Lorca, era entrar a El Prado y hacerse pasar por guías, para comentar las obras a los turistas. Les decían que los grandes cuadros estaban llenos de personajes, por lo que "El jardín de las delicias" era una gran obra maestra, mientras que "La maja desnuda", no valía nada. "Hay un solo personaje". decían.

***

La razón por la que los fusilamientos son al alba, es porque es un castigo más, añadido a la muerte: El ver como despunta el sol y que los fusilados mueran, sabiendo, que no van a vivir ese nuevo día.

***


Yendo al baile (San Martino), Joseph Mallord William Turner, expuesto en 1846, Tate. 

***

Decía Pitágoras que la armonía es la melodía producida por el movimiento de los planetas, que el oído humano no es capaz de escuchar


***

En "El placer" la película de la segunda etapa francesa de Max Ophüls, tres cuentos de Guy de Maupassant se ordenan y estructuran para ofrecer un mensaje: La felicidad no es alegre

***

En "La novia grulla" de CJ Hauser, un ensayo de autoficción, la autora escribe: "No lloro, aunque noto como me invade dentro la tristeza que llevamos en la sangre familiar, que me dice al oído que todo es inútil. (...) Que todo lo que ha ocurrido antes, a nuestra familia y nuestras amistades, incluso a nosotras, nos pese tanto y al mismo tiempo no nos proteja en absoluto de la estupidez y del dolor en el futuro. Que no sea en modo alguno una promesa de no volver a caer en los mismos errores"